El ejercicio físico debe de ser tomado como un tratamiento preventivo de la osteoporosis ya desde la infancia y a lo largo de la vida
El ejercicio físico regular tiene un efecto apreciable en la densidad mineral ósea. Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de ejercicio son igualmente eficaces ni tienen el mismo efecto en todo el organismo.
Tipo de Ejercicio hacer en la Infancia y Adolescencia |
En la infancia y adolescencia los ejercicios más eficaces para aumentar la masa ósea son los ejercicios con impacto y los que generan grandes tensiones musculares: saltos, carreras rápidas, deportes como el voleibol, baloncesto, futbol, balonmano etc.
Diversos estudios han demostrado que la actividad física, especialmente si conlleva soportar el peso corporal y someter a las estructuras esqueléticas a impactos, no sólo se asocia a un incremento de la densidad mineral ósea, sino que también produce cambios en la microarquitectura ósea, e incluso en la geometría, que mejoran la resistencia mecánica del hueso.
Existen datos científicos que demuestran que basta con incluir unos pocos saltos en las clases de educación física para observar un efecto osteogénico (aumento de masa ósea) en niños y niñas.
Hay estudios que comprueban que la acumulación de masa ósea durante el crecimiento es proporcional al aumento de masa muscular, o sea, a músculos más fuertes, huesos más fuertes! Por lo tanto, los ejercicios de fuerza muscular también tienen un efecto positivo sobre la masa ósea.
Los deportes en los que no se generan grandes tensiones musculares ni impactos, como la natación, no se asocian con un incremento de la masa ósea, e incluso puede asociarse a masa ósea disminuida.
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